Salvó una Marca de Snacks y la Vendió por 650 Millones de Euros
En un giro inesperado en su carrera, Charles Coristine, un exejecutivo de Wall Street, decidió cambiar el rumbo de su vida. Con 52 años y tras una larga trayectoria operando en la bolsa, se sintió agotado y buscó una nueva aventura. Así fue como se lanzó a la compra de una empresa de snacks en quiebra, apostando todo a una idea que cambiaría su futuro.
La empresa, conocida como LesserEvil, estaba atravesando serias dificultades financieras. Aunque al principio parecía un salto al vacío, Coristine se dedicó a reestructurar la compañía desde sus cimientos. Gracias a su enfoque renovado y a una estrategia de marketing innovadora, logró cuadriplicar el valor de la marca, culminando en una venta de más de 650 millones de euros.

Un Nuevo Comienzo en el Mundo de los Snacks
Coristine inició su carrera en Morgan Stanley, donde manejó acciones en mercados internacionales. Sin embargo, el agotamiento mental lo llevó a dejar su empleo. Buscando un cambio, arriesgó todos sus ahorros, aproximadamente 250.000 dólares, para adquirir LesserEvil, una decisión que resultó ser clave en su vida profesional.
La actividad de la empresa se centraba en la producción de snacks y pochoclos. A pesar de su falta de experiencia en la gastronomía, Coristine se dio cuenta de que había encontrado una oportunidad única. Con una combinación de esfuerzo y un enfoque en la calidad, los productos de LesserEvil comenzaron a ganar popularidad, y en el año 2025, la empresa fue vendida por una cifra impresionante.
Reinvención y Éxito
Bajo su dirección, Coristine implementó un plan integral que abarcó desde ajustes operativos hasta mejoras en la estrategia de marketing. Realizó un análisis detallado de la estructura del negocio, identificando áreas de mejora en los procesos de producción y posicionamiento en un mercado cada vez más orientado hacia la salud.
El proceso de reinvención incluyó la colaboración con personas de confianza, lo que permitió a la empresa adaptarse rápidamente a las demandas del mercado. Con el auge de un público que busca alternativas más sanas, LesserEvil se consolidó como una opción preferida en supermercados y tiendas de barrio en Estados Unidos.
La inversión inicial se complementó con capital adicional para sanear deudas y modernizar la planta de producción, transformando a LesserEvil en una marca competitiva alineada con las tendencias de consumo saludable. Así, Coristine logró reposicionar la empresa en un mercado en constante evolución, ganando espacio en canales de distribución tradicionales e innovadores.
La historia de Charles Coristine es un claro ejemplo de cómo la determinación y una visión estratégica pueden transformar un negocio en apuros en un imperio alimentario. Su trayectoria inspira a muchos a arriesgarse y buscar nuevas oportunidades, incluso en los momentos más desafiantes.